Colón, diciembre 7 de 1960
Srta. Lucía González
Playa de Baracoa
Mi querida novia:
Te saludo en el nombre del Señor deseando que estés bien. Yo gracias a Dios lo estoy.
Lucía, mientras hago estas letras siento algo dentro de mí que me parece no puedo describir; es un amor tan grande como pocas veces lo he sentido. No es una llamarada roja que quema y se apaga; es un calor constante que se mantiene dentro del corazón libre de impurezas. Parece que Dios me está preparando para los acontecimientos que se acercan. Piensa que ésta es una de las últimas cartas de tu novio.
Tu cumpleaños se acerca, lo sé, y en ese día no te puedo regalar nada porque me es imposible regalarte un novio. El regalo te lo daré unos días más tarde, porque yo quiero regalarte un esposo. Vale la pena esperar un poco.
Yo personalmente no tengo nada, pero tengo esperanza de que lo tendremos todo. Me dijo Nelia que tu mamá tiene una novilla destinada para venderla y darte todo el dinero para la boda. Ella quiere firmar, pero cuando Juanita se case (ahora se peleó con el novio) y María dice que vuelve cuando tu mamá firme, así que por lo visto la cosa va de largo. Yo deseo que se arreglen, no para recibir ayuda de ellos, sino para poder conocerlos y tratarlos, pues ya les tengo cariño. Tu hermana quiere bautizarse para guardar los mandamientos, no sé si ahora, con la nueva circular, podrá.
A mi familia no les he escrito todavía. Pero cuando termine ésta le escribiré a mamá, pues ella no trata a la familia de los anticristos, ni ellos vienen a la casa. Voy a tratar de que Luis se arrepienta para ir allá en el permiso antes de la boda para arreglar personalmente los papeles. Quisiera ir contigo después, pero el tiempo es corto y no va a poder ser. Si se mantienen fieles iremos antes de la conferencia.
Mándame todos los datos tuyos para sacar los papeles antes de ir al cumpleaños del apóstol.
Yo opino que lo más indicado es que sea en La Lisa. Si Honoria no puede ir, mira a ver quien puede ser la madrina, el padrino y demás. Tendrán que ser obreros de esa provincia. No me gustaría que Orestes se casara el mismo día en diferente lugar. Si el apóstol y tus compañeros quieren ir a aquélla, no pueden ir a la nuestra.
Escríbeme a Cárdenas si es rápido, de lo contrario a Matanzas. Escríbele a mamá y amonéstale para que se zafen de toda contaminación. Sigamos orando, que todo está saliendo bien con la ayuda de Dios, pero no debemos “dormirnos en los laureles” sino seguir orando. Te quiere con el corazón tu novio,
Buenaventura Luis
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